Crisis epilépticas tras un Ictus. ¿Qué hacer?

Crisis epilépticas tras un Ictus. ¿Qué hacer?

Crisis epilépticas tras un Ictus. ¿Qué hacer? 303 201 Stroke Therapy Revolution

Trabajando cada día con los pacientes hemipléjicos que han sufrido un derrame cerebral, a menudo me encuentro con el argumento de la epilepsia y convulsiones. Considero importante arrojar luz sobre algunos aspectos de este tema porque a menudo los pacientes y sus familiares no están preparados para un ataque epiléptico y ya sensibles desde el evento inicial que dio lugar a un Ictus, revivir esos momentos dramáticos temiendo que se trate un nuevo golpe.

Muchas veces, de hecho, el personal de salud del hospital no prepara a los miembros de la familia a la posibilidad de que su ser querido, incluso después de meses o años después del Ictus puedan enfrentarse a un ataque epiléptico.

De hecho, como veremos en el transcurso de la lectura, no se trata de un evento tan perturbador.

¿Qué es una crisis epiléptica?

Es un síndrome patológico que en el caso de haber sufrido un post ictus, podemos definirla como secundaria o sintomática ya que está estrechamente vinculada a los resultados de la lesión cerebral anterior. Como sabemos nuestras neuronas “se comunican” entre sí a través de señales eléctricas y la epilepsia representa un momento en el que esta transmisión eléctrica, literalmente, va en colapso.

¿Qué relación existe entre las crisis epilépticas y la Rehabilitación Neurocognitiva?

Un ictus cerebral, ya sea que se trate de una hemorragia cerebral tanto una isquemia o trauma en la cabeza, determina una lesión de nuestro tejido cerebral; y al igual que todas las lesiones de los tejidos orgánicos, se forma una cicatriz. Tal cicatriz asociada con irritación del tejido cerebral es una de las razones por las que las neuronas pueden alterar su funcionalidad de transmisión de impulsos, generando una cascada de activación de la zona de la cicatriz y el área circundante.

Desde mi punto de vista, no tengo datos suficientes para consolidar mi hipótesis, pero sobre la base de la experiencia clínica de los últimos años donde he tenido la oportunidad de tratar a numerosos pacientes que han sufrido un ictus, tuve la oportunidad de constatar que la probabilidad de sufrir una convulsión después del Ictus aumenta cuando el paciente se somete a una rehabilitación de tipo cognitivo, incluso si el tratamiento es iniciado meses o años después.

Esto en mi opinión es un hecho muy significativo, de hecho la ventaja de la rehabilitación neurocognitiva es aquella de volver a activar las áreas del cerebro que han sufrido la lesión sólo para permitir la recuperación. Lamentablemente áreas que permanecieron inactivas, incluso después de la rehabilitación inicial realizada en el hospital o clínica donde se presentaron las actividades tradicionales y musculares y en el que se abordó únicamente para tratar las extremidades del cuerpo, sin considerar el cerebro y sus funciones.

He podido constatar en algunos casos la aparición de un ataque en las primeras semanas tras el tratamiento neurocognitivo donde probablemente por primera vez, se estimulaban y activaban a través de los ejercicios las áreas afectadas por el Ictus, y entonces dónde reside la cicatriz debida a la lesión.

Ya que la recuperación posterior al ictus sólo es posible mediante la reactivación adecuada de nuestro cerebro y los procesos cognitivos fundamentales para el movimiento, tener una convulsión después de una buena rehabilitación hace es evidenciar que el cerebro de una manera u otra está experimentando una reactivación.

Por esto mismo, no veo la crisis epiléptica en sí como un evento negativo tras un ictus, pero entiendo que para un familiar y un paciente que no están preparados para esto, puede ser aterrador. Consideremos que una crisis epiléptica es pasajera, puede durar alrededor de un minuto y pasa por sí misma.

Tendrán la sensación en los próximos días tras la crisis epiléptica que algunas de las mejoras que han logrado en las semanas anteriores hayan desaparecido, pero siempre desde la experiencia, he logrado constatar que la continuación de la rehabilitación neurocognitiva vuelve rápidamente al punto donde lo dejaron.

Esto nos permite considerar la crisis epiléptica tras un ictus y en el curso de la rehabilitación neurocognitiva, sólo un pequeño accidente, por lo tanto, quiero aclarar simplemente el comportamiento que hay que asumir en el caso de que un familiar nuestro viva un evento de este tipo.

¿Cómo reconocer una crisis en curso?

Una crisis epiléptica se manifiesta de diferentes maneras, podemos dividirlas en parciales y generalizadas, en función de la intensidad del evento y sus manifestaciones.

Parciales

Más frecuentes en el caso de epilepsia secundaria a ataque ictus cerebral, se caracterizan por convulsiones motoras como movimientos musculares incontrolados de áreas limitadas del cuerpo y sensaciones alteradas tales como: hormigueo, luces, sonidos o los olores asociados con un estado de confusión por parte del paciente.

Generalizadas

Cuando las mioclonías, es decir los movimientos espasmódicos y rigidez involucran a todo el cuerpo, incluyendo el tronco y los párpados. En este caso, se produce una pérdida de la conciencia, que puede durar un promedio de un minuto.

¿Cómo comportarse en caso de una crisis epiléptica?
Este video resume brevemente en pocos pasos qué hacer y qué evitar.

  • No bloquear las articulaciones en movimiento con la esperanza de hacer cesar la convulsión: cesará de por sí.
  • No ponerle nada en la boca a la persona.
  • Si el paciente se encuentra en una silla no se debe cambiar su posición. Al límite proteger la cabeza con un cojín o algo suave en la nuca y evitar caídas.
  • Si en ese momento tiene comida en la boca, se necesitará sacar la comida y posicionar al paciente de lado para facilitar el escape y evitar que se ahogue.

Generalmente la crisis dura al máximo pocos minutos, en el momento que retome consciencia expliquen lo ocurrido y brinden tranquilidad.

De todos modos de frente a una crisis epiléptica sugiero llamar al número de emergencia, el cual sucesivamente y a una eventual hospitalización podrá aclarar sobre lo ocurrido, en efecto como el examen ECG (electroencefalograma). Tras eventos epilépticos el neurólogo solamente prescribe una cura farmacológica, no siempre libre de efectos secundarios, de hecho, cada individuo parece reaccionar de manera diferente a los medicamentos y sus dosis. Aquí será la capacidad del neurólogo para encontrar la molécula y la dosis adecuada en cada caso.

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Dr. Valerio Sarmati, CEO de Stroke Therapy Revolution y Director de la Academia Neurocognitive Academi, Profesor de Rehabilitación Neurotraumatologica a la Licenciatura Y Maestria de fisioterapia.

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