Muchos de mis pacientes me informan que sienten un cansancio enorme durante el día y que llegan a la noche totalmente agotados. Me pregunto si se trata de una condición normal o si hay que preocuparse.
Mi respuesta no es clínica, no es una respuesta dirigida a los médicos competentes en la materia, sino práctica.
“El día de un paciente hemipléjico no dura 24 horas, dura 48 horas”
Con esta afirmación quiero evidenciar la carga de compromiso físico y mental a la cual estamos sometidos después de un ACV.
Todas nuestras habilidades cognitivas residen en nuestro cerebro y cualquier alteración de la biología de nuestro sistema nervioso las modifica negativamente.
Podemos clasificar nuestras habilidades cognitivas en:
- Atención
- Memoria
- Percepción
- Representaciones
- Transformaciones
- Aprendizaje
La organización de estos procesos cognitivos permite la construcción de nuestro comportamiento y de nuestras acciones, incluyendo el movimiento y el lenguaje.
Por lo tanto, nuestra capacidad de movernos por el mundo y de comunicarnos depende íntimamente de la integridad de nuestras facultades cognitivas. Es por esto que después de un derrame cerebral a menudo sufrimos la parálisis de una mitad de nuestro cuerpo y, a veces, en los casos de hemiplejia derecha, incluso la pérdida del lenguaje (afasia).
Este no es un problema muscular, si no más bien cognitivo.
A menudo, la familia de un paciente que sobrevivió a un accidente cerebrovascular no pueden entender su extrema propensión a la fatiga durante el día y atribuye esta condición a la pereza o a la falta de fuerza de voluntad.
De hecho, me gustaría hacerles imaginar el inmenso esfuerzo que un paciente hemipléjico tiene que enfrentar en su vida diaria, desde los primeros momentos del despertara.
Moviéndose con una hemiparesia
Lo que desde afuera se puede intuir de inmediato es la dificultad motora del paciente hemipléjico, que tiene que hacerle frente a los desafíos diarios con una mitad lateral del cuerpo obligada a unos movimientos reducidos, a menudo casi ausentes o alterados por la espasticidad.
Así que sólo considerando el esfuerzo puramente físico podemos validar la imagen inicial según la cual un día “vale el doble.”
Además las características específicas de las habilidades motoras de los pacientes hemipléjicos a menudo se concatenan y generan problemas que van más allá de la falta de fuerza o movimientos.
Como sabemos, uno de los primeros enemigos post accidente cerebrovascular es la espasticidad entendida como un endurecimiento de los músculos y las contracciones involuntarias bajo tensión.
Escuchar con atención las descripciones de los pacientes con derrame cerebral nos permite comprender mejor las experiencias de sus cuerpos en movimiento y esto nos hace entender cómo organizar el movimiento.
Ejemplos de descripciones de la pierna
“Me siento la pierna pesada como un tronco”
“Mi pierna es como un pilón”
“Siento como unas bandas de goma jalando”
“Es un pedazo de madera”
“Siento como una gran roca ”
“El pie está pegado al suelo”
“Los dedos se aferran al suelo”
“El pie es como una tabla”
Aunque la lista es muy larga, ya podemos ver cuáles son los aspectos comunes de todas estas experiencias.
Nuestra única forma de comunicar las sensaciones más íntimas de nuestro cuerpo es a través de una metáfora, una analogía que puede ser entendida por nuestro interlocutor.
Es como si el paciente dijera: “Si quieres entender lo que siento durante el movimiento de mi cuerpo, tienes que imaginar que en lugar de la pierna tienes…. un tronco, una piedra, un trozo de madera”.
Cada analogía que el paciente produce para expresar sus sentimientos no es aleatoria, ya que significa que lo que está sintiendo se parece a la sensación que daría el vivir la imagen indicada, pero lo más importante es que nos permite entender que su forma de movimiento tiene que tomar en cuenta dichas sensaciones.
Volviendo a las descripciones de la pierna, podemos ver que cada expresión requiere un gran esfuerzo para el movimiento: mover un pilón requiere de un esfuerzo inmenso, caminar con una pierna que se parece a un tronco de madera necesita considerable energía para el movimiento, y así sucesivamente.
Círculo vicioso
Es aquí, en este pasaje, lo que desencadena el proceso vicioso: de hecho, como hemos adelantado, uno de nuestros enemigos es la espasticidad, que vimos aumentar cuando estamos bajo estrés; y en parte es precisamente esta, junto con la falta de fuerza, lo que produce la sensación de sentir las extremidades generalmente más duras y pesadas. Mover una parte de nuestro cuerpo rígida y pesada nos expone a su vez a una mayor tensión que provoca una mayor contracción refleja de los músculos, que a su vez hará que el movimiento sea más duro y pesado.
Dificultades de atención
Tras una lesión cerebral los problemas que experimentan los pacientes hemipléjicos no se reducen sólo a las dificultades motoras, sino también a las cognitivas. Aun si después de un accidente cerebrovascular conservamos nuestra inteligencia, no significa que nuestra capacidad de atención y concentración no hayan sido afectadas por la lesión misma.
Los trastornos de la atención son de varios tipos:
-
- Podemos encontrar dificultad genérica para mantener la atención por
un largo período de tiempo; - Dificultad de ser capaces de identificar dónde y hacia qué dirigir la
atención; - Dificultad de saber cómo pasar la atención de un punto a otro y
- La capacidad de dividir la atención sobres diferentes objetos al mismo
- Podemos encontrar dificultad genérica para mantener la atención por
tiempo.
Todas estas habilidades de la atención son esenciales para la organización del movimiento y más aún con un movimiento que padece todos los problemas arribas indicados.
Por lo tanto, cuando pensamos en el cansancio del paciente hemipléjico debemos tener en cuenta estos aspectos de la atención.
Traten de imaginar los recursos que requieren sólo unos pocos pasos. No es casualidad que el paciente hemipléjico a menudo camine visiblemente absorbido y concentrado, y que toda posible distracción tenga efectos sobre su calidad de caminar. De hecho, cuando quiero evaluar la cantidad de atención que necesita el paciente para caminar, le pido que cuente de 100 a 0 de 7 en 7, desviando así su atención del cuerpo y evaluando la automatización real del caminar.
Trastornos de la percepción
A la mayoría de mis pacientes que les pregunto “¿cómo sientes esta parte del cuerpo?”, me contesta que no tiene sensibilidad, y se sorprende cuando, gracias a unas pruebas simples, se da cuenta de que, de hecho, la sensibilidad de la parte afectada de la paresia es diferente de la del lado opuesto.
Esto es debido a que la sensibilidad de la parte afectada no es sólo de la piel, que responde a simple estímulos de contacto: “Si me tocas yo sé que me estás tocando y dónde”, sino que también tiene que ver con informaciones más complejas y elaboradas, como la dirección y la amplitud del movimiento de las articulaciones o la sensibilidad a la presión. E incluso si éstas parecen no haber sido alteradas,cuando se comparan con el otro lado del cuerpo manifiesta unas diferencias.
Solo el hecho de percibir nuestro cuerpo de forma diferente entre su parte izquierda y la derecha nos hace entender que moverse en el mundo con dos formas diferentes de sensibilidad es una tarea muy difícil; si además le añadimos que algunas partes del cuerpo no nos permiten tener una percepción completa, la tarea se vuelve aun más compleja.
Si lo observamos, de hecho, a menudo el paciente hemipléjico cuando camina tiene la mirada dirigida hacia los pies, esto tanto para controlar con la vista el movimiento real de los pies y su relación; porque la vista es un canal perceptivo que menudo no sufrió ninguna lesión y es más fiable de las informaciones del cuerpo.
A esta lista de dificultades de percepción hay que añadir la percepción de la presión a través de la planta del pie y de la carga a través de toda la extremidad inferior. En efecto mover el peso de una manera efectiva desde un pie del cual no tenemos una exacta percepción ni de la dirección, ni de la magnitud de la carga, significa no tener la capacidad de predecir los efectos que esto tendrá en relación con nuestro equilibrio. Por esta razón, a menudo es necesario el uso de un bastón, que a su vez, como una extensión de nuestro cuerpo, representa una tercera pierna que hay que manejar y controlar.
Previsión y anticipación de los resultados
Incluso si no nos damos cuenta, cada nuestro movimiento viene planificado y anticipado; lo cual nos permite hacer efectivo cada gesto que realizamos. Para que quede claro, estamos hablando del proceso cerebral que nos permite evitar los baches cuando caminamos
antes de terminar en el mismo. Para realizar esta predicción de los efectos del movimiento tenemos que tener a disposición inmediata toda la información necesaria para elaborar una imagen eficaz de nuestro movimiento.
Si este proceso se relaciona con lo que acabamos de discutir con respectos a los problemas de percepción, nos damos cuenta
cómo esta predicción requiere mucho esfuerzo. No es casualidad que el paciente hemipléjico refiera a menudo de tener miedo durante el caminar; de hecho el miedo lo genera a menudo lo desconocido, lo que no podemos predecir y conocer.
Para explicar este aspecto, voy a tomar el ejemplo simple de los zurdos.
Es un dicho común que los zurdos tienen una mayor inteligencia. Este dicho viene de las dificultades que los zurdos viven en un mundo diseñado para los diestros. El zurdo tiene que resolver problemas cotidianos relacionados con el movimiento y ajustarse a herramientas y objetos estudiados para los diestros. Esto le da probablemente una mayor flexibilidad mental para la adaptación, sin embargo se trata de competencias adquiridas a través de esfuerzos cotidianos de resolución de problemas. También el paciente hemipléjico tiene que enfrentar diariamente problemas de movimiento durante sus actividades y a menudo se ve obligado a manejar ciertas acciones con una sola mano y contando solo parcialmente sobre si mismo, lo que resulta en la absorción de la atención y de energías físicas y mentales.
Conclusiones
El listado de las dificultades relacionadas con el día a día de los pacientes hemipléjicos no se limita a esta breve lista, que de todas formas serían suficientes para hacernos reflexionar sobre por qué el paciente hemipléjico se cansa con mucha más facilidad que una persona sana. Invito al lector, familiar, paciente o profesional, a dejar un comentario y a contar sus propias dificultades, a fin de enriquecer con experiencias reales los conocimientos sobre este tema.
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Dr. Valerio Sarmati, CEO de Stroke Therapy Revolution y Director de la Academia Neurocognitive Academi, Profesor de Rehabilitación Neurotraumatologica a la Licenciatura Y Maestria de fisioterapia.