Por Dayana Carolina Moreno Samaniego, paciente en Stroke Therapy Revolution.
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1. EL CAMINO LARGO ES EL CAMINO CORTO
Abrir los ojos y no poder mover medio lado de tu cuerpo es algo devastador e inentendible. De un momento a otro tu vida se rodea de médicos y profesionales de la salud diciéndote qué debes hacer con tu cuerpo, y tú por más que lo intentas no alcanzas a comprender ni a dimensionar qué diablos pasará contigo. Los fisioterapeutas con sus loables intenciones te enseñan rápidamente a pararte y a caminar pues tú necesitas recuperar tu autonomía lo más pronto posible. Sin embargo, esta no es la mejor decisión y mucho menos la más útil. Yo no lo supe sino mucho tiempo después de mi ACV, cuando el daño ya estaba hecho.
Empecé a caminar al mes después de mi ACV, y el físio de ese entonces me felicitaba que porque yo en un mes había logrado lo que otros pacientes se demoran hasta seis o más meses en lograr. No obstante, fue en ese caminar rápido que empezaron mis problemas pues nuestro cuerpo tiene sus propios ritmos y lo más sabio es aprender a respetarlos. El camino largo es el camino corto porque lleva mucho tiempo dejar descansar al cuerpo todo lo que necesita, y lleva mucho tiempo asimilar los cambios que están sucediendo en tu vida, así es, simplemente no hay atajos, por eso nadie pone a caminar a un bebé cuando lleva un mes de nacimiento, no, las personas esperan que el bebé primero se siente solo y que luego empiece a gatear…
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2. MIENTRAS MAS VECES TE CAIGAS MAS RÀPIDO APRENDES A LEVANTARTE
Sé muy bien que uno de nuestros mayores miedos es el de caernos, y con justa razón, pues ya no tenemos el cuerpo flexible de un niño y cualquier caída tonta puede representar una fractura de huesos. Sin embargo, es más importante aprender a caerse que no caerse, pues nuestro cuerpo, así como cuando éramos niños, aprende del ensayo y del error. Yo me he caído muchísimas veces, y fueron esas caídas las que me enseñaron a saber cómo levantarme del piso, de qué agarrarme, de qué forma descargar mi peso cuando me estoy cayendo, de tal forma que cuando eventualmente me caigo estoy en la capacidad de levantarme sola o si es el caso solicitar ayuda. La idea es que nuestra valentía para pararnos sea más grande que nuestro miedo a caernos.
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3. EL AFÁN Y LA IMPACIENCIA SON NUESTROS PEORES ENEMIGOS
Si tuviste la desafortunada suerte de quedar hemipléjico después de tu ACV, sabes lo difícil que se vuelve vivir en un mundo en el que antes usabas dos manos para hacer todo y ahora sólo usas una. Lo que quiero decirte es que no siempre no poder hacer algo con las dos manos significa que no se pueda hacer. La mayoría de veces sí se puede hacer con una sola mano sino que lleva el triple de tiempo que hacerlo con las dos manos. Lo que pasa es que nuestro cerebro lleva grabado en su memoria unos tiempos y una forma determinada de hacer las cosas, y al verse en una situación en la que no se pueden cumplir esos tiempos y esas formas determinadas pues entra en “shock” y lo primero que se te pasa a ti por la cabeza es que algo no se puede hacer con una sola mano: pero esa es una falsa impresión pues realmente sí se puede hacer, sino que en otros tiempos y de otras maneras.
Por eso el afán y la impaciencia se convierten en enemigos pues cada vez que se acercan causan estragos en nosotros: pues si ya hacer algo con una sola mano causa suficiente stress ahora imagínate hacer eso mismo pero con poco tiempo, creo que recordarte que uno empieza a sudar frío es bastante.
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4. TU PROPIO CUERPO ES TU MEJOR Y MAS SABIO CONSEJERO
El cuerpo humano es algo tan increíblemente maravilloso y a veces tan completamente desconocido para nosotros. Pero que sea desconocido para nosotros no significa que él deje de ejercer sus funciones, él trabaja las 24 horas, 7 días a la semana, y tiene sus formas de comunicarse con nosotros, sólo que la mayoría de tiempo pasamos tan entretenidos con nuestra vida diaria que simplemente no lo escuchamos.
Sé perfectamente lo que se siente no sentir nada; o lo que se siente confundir agua tibia con agua caliente y confundir agua fría con hielo; o lo que se siente sentir hormigueo constante en la pierna y sentir agujetas de dolor en el hombro cuando intentas despegarlo del torso; o lo que se siente sentir cauchos y elásticos en tu cuerpo hemiparésico.
Todas estas sensaciones tienen su razón de ser y yo no puedo explicar cada una en este artículo así que lo mejor que puedo decirte es: necesitas, sin lugar a duda, tomarte el tiempo para escuchar tu cuerpo y para aprender a entender los cambios por los que ha atravesado tu cuerpo.
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5. A LA ESPASTICIDAD LE GUSTA LA CALMA Y LAS CARICIAS
Si convives con la espasticidad sabes muy bien lo que es poner cada vez más fuerza para intentar mover un miembro, y así mismo, sabes que la fuerza sólo te funciona pero con el efecto de un resorte, es decir, a mayor fuerza mayor movimiento en el sentido contrario al que ejerces la fuerza. Ahora, si intentas hacer un movimiento – por ejemplo, estirar el brazo (que por lo general permanece doblado hacia el pecho)– de la manera más lenta y suave posible te vas a encontrar con la grata sorpresa de que tu brazo se mueve mejor. Nunca sacamos nada poniéndonos bravos con los miembros con espasticidad, en cambio, si nos resulta de mucha ayuda tratarlos dulcemente, con comprensión y muchas caricias.
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6. LAS PALABRAS TIENEN PODER Y TU CUERPO NO ES AJENO A ESO.
Tu respondes al llamado de tu nombre porque te identificas con él, desde niño lo escuchas cuando te quieren hablar. ¿Pero qué pasa si en vez de tu nombre alguien te llama “idiota” o “estúpido”? seguramente te vas a sentir mal pues estas dos palabras tienen una connotación de insulto y obviamente es una connotación negativa, en cambio, ¿qué pasa si alguien en vez de tu nombre te llama “cariño” o “dulzura”? muy seguramente te vas a sentir bien pues estas dos palabras tienen una connotación positiva.
Ahora, quiero que pienses que lo mismo sucede en tu cuerpo, cuando te refieres a tu lado afectado como tu “lado enfermo” o tu “lado malo” con el tiempo ese lado se empezará a comportar como tal. He escuchado casos de personas que le llaman a su lado afectado el “lado muerto”, para mí esto es simplemente un horror.
Creo que si no sabes cómo referirte a tu lado afectado puedes llamarlo según sea el lado que corresponda, es decir, el lado izquierdo o el lado derecho, no hace falta agregarle ningún adjetivo negativo. O también puedes optar por hacer lo mismo que hago yo, que a mi lado afectado por el ACV le llamo el “lado nuevo” y al lado que no se afectó le llamo el “lado viejo”. Le llamo lado nuevo pues cuando tuve el infarto cerebral tuve un daño en el cerebro, no en los músculos de mis brazos ni de mis piernas, ellos están completamente sanos sólo que ahora ya no saben còmo moverse.
Como cuando te compras un computador o un celular nuevo tú tienes que aprender las reglas para manejarlo, así mismo pasa con tu lado nuevo, tú tienes que aprender las reglas de su funcionamiento. Tu lado viejo es como un computador usado lo sabes manejar a la perfección, pero a veces también está lleno de virus…
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7. LA REEDUCACIÓN DE TU CUERPO ES UN PROCESO DE LARGA DURACIÓN.
Recuerdo que uno de los tantos días que estuve en el hospital, la neuróloga me dijo:
– Como tú eres joven posiblemente en un año ya estás caminando.
Yo sólo respondí perpleja: – “un año???” para mí era una cantidad inmensa de tiempo pues yo creía erróneamente que mi problema era cuestión de semanas. Ahora, tres años después, tengo la completa certeza de que para volver a caminar lo más parecido posible a antes de mi ACV me faltan muchos años más, y para mover bien mi mano me falta aún más años. Sin embargo, para este momento ya aprendí que lo importante no es el tiempo que nos demoremos sino la calidad de vida que tenemos mientras transcurre ese tiempo.
Sólo Dios sabe porque nos puso una prueba de estas, pero está en nuestro libre albedrío elegir qué hacer con nuestra vida ahora con nuestro nuevo cuerpo. A la rehabilitación me gusta llamarle “Reeducación” pues siento que es una palabra mucho más precisa con lo que de verdad le ocurre a nuestro cuerpo pues nosotros nos estamos educando para aprender a mover un lado hemipléjico o hemiparésico, y la educación lleva mucho tiempo.
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8. LA DISCAPACIDAD SE CONSTRUYE EN LA SOCIEDAD PERO PRIMERO EN TU MENTE.
Las naciones unidas reconocen que “la discapacidad es el resultado de la interacción entre la deficiencia de una persona y los obstáculos, tales como barreras físicas y actitudes imperantes, que impiden su participación en la sociedad”, una persona no nace con discapacidad, esa discapacidad se construye en la sociedad a medida que la persona se va desarrollando en un entorno determinado.
Es decir, una persona sin brazos ni piernas pero con un equipo automático acorde a sus limitaciones y con el que pueda movilizarse sin problemas, y ejercer un trabajo, y que está rodeada de personas que no la subvaloran por no tener manos y pies, nunca va a sentir que tiene una discapacidad. Por eso se dice que la discapacidad se construye en la sociedad.
Y yo le agrego que primero se construye en tu mente, pues me he dado cuenta que nada importa más que lo que pensemos de nosotros mismos. Si un doctor nos dice que no volveremos a caminar y nosotros le creemos simplemente así será, pero, si en cambio tú piensas y crees que sí vas a caminar te lo aseguro que más pronto que tarde ¡caminarás!
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9. EL AMOR ES EL MEJOR BALSAMO PARA LAS DOLENCIAS DE TU CUERPO.
Cuando nos estamos recuperando de un ACV vamos a pasar por muchas dolencias: el hombro y las rodillas son las más comunes. y también nos vamos a enfrentar a un cansancio interminable. Estas dolencias y este cansancio nos pueden llevar fácilmente a emociones de frustración, rabia, desconsuelo, tristeza, y finalmente a una gran depresión. Sin embargo, siempre hay una salida: siempre sale el sol después de la noche, o el arcoíris después de una tormenta. Bajo mi perspectiva ese sol o ese arcoíris se visten de amor, amor en todas sus expresiones: el amor de la familia, el amor de los amigos, el amor de una mascota, y el más importante de todos, el amor propio. Cuando te duela algo rodéate de amor y verás como se va esfumando el dolor. Dile a tu hombro que lo quieres y llénalo de caricias.
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10. LA SILLA DE RUEDAS, EL BASTÓN Y LA TERAPIA NEUROCOGNITIVA SON TUS MEJORES INVERSIONES.
A mí nadie me lo dijo, ni tampoco me lo imaginaba, pero definitivamente tener una discapacidad o estar rehabilitándose, es lo más costoso de este mundo. Ante ese panorama es importante tomar buenas decisiones, pues así no queramos vamos a estar cesantes un buen tiempo y nuestra familia no siempre se puede hacer cargo de nosotros. Tener una silla de ruedas nos libra de muchos dolores, pues ya sea que podamos caminar sin bastón, no lo hacemos al mismo ritmo del resto de las personas, y si queremos estar acompañados para hacer alguna gestión es mucho más fácil ir en una silla de ruedas a esperar que todo el mundo se adapte a nuestro ritmo. Tener un buen bastón nos evita hacer muchas compensaciones con el cuerpo que a largo plazo se vuelven muy perjudiciales para la salud.
La terapia neurocognitiva por ser una opción que se enfoca directamente en la causa del problema se convierte en nuestra opción más acertada, además, hoy en día gracias a la tecnología, se puede hacer desde casa y en cualquier momento, así que nos ofrece muchos más beneficios que los que se pueden encontrar generalmente en los centros de salud. A mí particularmente lo que más me ha gustado de hacer esta terapia es que aprendido a conocer y a escuchar mi cuerpo, y eso es de los buenos hábitos que uno debe tener en la vida pues, no lo olviden, el cuerpo es nuestro templo.
Articulo escrito por:
Dayana Carolina Moreno Samaniego
Dr. Valerio Sarmati, CEO de Stroke Therapy Revolution y Director de la Academia Neurocognitive Academi, Profesor de Rehabilitación Neurotraumatologica a la Licenciatura Y Maestria de fisioterapia.